19.10.16

Piloto. Divorce (HBO), con Sarah Jessica Parker: Carrie Bradshaw se divorcia

(subida originalmente 11.11.2015)

Todas las claves de la serie aquí
Mi entrevista a Sarah Jessica Parker aquí.

Opinión del piloto de Divorce (sin spoilers).

Frances (Sara Jesicca Parker) se estira la cara frente al espejo. La primera imagen de Divorce es toda una declaración de intenciones. Ya no es Carrie Bradshaw, no, es una mujer de 51 años que ha envejecido y que no sonríe. Antes de los títulos de crédito ya constatamos que la relación con su marido no funciona. Ella ocupa el baño, él espera paciente. Él tararea una canción, ella le hace callar. Anula a su marido, no le soporta, y el tiempo pasa rápido, pero se ha acomodado, ¿qué hacer? El alocado cumpleaños de la mejor amiga de Frances desemboca en la decisión del divorcio. Y entonces, ese marido al que has odiado un poquito por culpa de Frances, te da lástima. Él la ama. Haría lo que fuera por ella. Me gusta ver a Sarah Jessica Parker haciendo cosas que no le vimos hacer en Sexo en Nueva York. Se nota la mano europea de la británica Sharon Horgan, creadora de la estupenda Catastrophe. Divorce es un drama con toques cómicos, mucha más dura que Catastrophe. Frances es una tía más bien seca, mientras su marido, Robert, es un tipo normal, que, sin querer, resulta cómico. Thomas Haden Church (Entre copas) es el gran redescubrimiento de Divorce, pues interpreta a un marido que vemos evolucionar, que inesperadamente va a evolucionar. Sus escenas con Sarah Jessica Parker parecen sacadas de aquellas películas ochenteras en las que ellos son unos losers que persiguen a la queen bee del instituto. Visto en adultos, el efecto es mortífero. Robert acude al sexo para hacer entrar en razón a Frances (esta escena es mejor que la del pedo con Mr. Big, pedo sonoro, ¿os acordáis?). Y cuando creemos que esta mujer se ha liberado, que quiere a sus dos hijos, que ha decidido tomar las riendas de su vida, alejándose del lastre, descubrimos que no ha actuado tan fielmente como pensábamos, que nos ha engañado. Entonces, para el espectador, la trama da un giro de 180 grados y lo que antes nos parecía razonable ahora nos parece reprobable. El guión está muy bien jugado, fallan tal vez ciertas escenas en las que es inevitable ver a la actriz y no al personaje, pero, en general, es un buen piloto al que hay que ir sabiendo que ni es comedia ni la historia está de parte de la heroína fashionista. Creo que es un enorme reto para la actriz, que, se nota, se quiere desmarcar de la losa de Sexo en Nueva York, lo que ya va siendo hora, por otra parte. Eso no quita para que Frances vista estupenda siempre y tenga cierto toque hipster (ese pijama, cuando sale a la calle). "Eres Jesse James y yo, Sandra Bullock", le dice Robert al final del episodio, que va a ganar un Oscar por su actuación. Y a mí me parece fantástico el giro. Lo que pretendía ser un divorcio "entre amigos" se transforma en una guerra sin piedad. Pero, eso, lo veremos a partir del segundo episodio.

(con spoilers)
Es una genialidad ver a SaraJesi diciendo que su amante le hace correrse todos los días y que este amante sea Jemaine Clement, el prota de Flight of the Conchords, que siempre hace de vacilillas. Y es chocante, de pronto, cuando es rechazada por su amante a mantener una relación seria, cómo vuelve junto a su marido, con el que se acuesta sin ducharse siquiera. Si te cae mal Sarah Jessica Parker consigue que te caiga un poco peor.




De qué va Divorce
¿Qué hubiera pasado si la Carrie Bradshaw de Sexo en Nueva York se hubiese casado y no le hubiera funcionado el matrimonio? Esto parece contar Divorce, con la que Sarah Jessica Parker regresa como protagonista de una serie (también de HBO) junto a Thomas Haden Church (Entre copas) del que se quiere divorciar.

Como es lógico y normal, si eras seguidora de Sexo en Nueva York te preguntarás si SaraJesi vestirá a la última. Pues claro. Frances, su personaje, es neoyorquina, y todos sus looks se los ha diseñado Arjun Bhasin, de India, conocida por películas como La vida de Pi. De todas formas Frances no es fashionista, tiene dos hijos y otros problemas más serios. Según los creadores, la moda no es un personaje como si lo era en Sexo en Nueva York, pero estará muy presente. Veremos, al parecer, una moda muy setentera.

Actualizo con el final de Divorce. ¿Cómo termina la primera temporada de Divorce?
Cuando pensábamos que Frances y Robert iban a tener un divorcio civilizado, son sus respectivos abogados la que la lían. Porque Frances y Robert se tienen cariño, el accidente de su hija les hace ver que las cosas importantes de la vida son otras, no sus ombligos. Comienzan a cambiar gracias a que dejan espacio de por medio y ven que son capaces de conseguir sus metas profesionales fuera de la pareja. Sus logros individuales les hace felices. Frances abre su pequeña galería y Robert a punto está de inaugurar un gran centro de ocio para niños, él que lleva largo tiempo parado. En el último momento, Robert, que se había mantenido más al margen que Frances en su odio infinito (hasta cuando echa un polvo de revancha con una madre del colegio se asquea de sí mismo), decide atacar a Frances con lo que más le puede doler a una madre: sus hijos. Y Divorce acaba con Frances jurándosela a Robert, que ha perdido su negocio por culpa de la abogada de Frances. Aplausos para el abogado de Robert, un gañán barriobajero interpretado por Dean Winters, y para el primer abogado de Frances (Jeffrey DeMunn, que hace un papelón en Billions, como padre de Rhoades), al que un derrame cerebral hace comportarse con el mismo poco cuidado que su clienta.

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